Describir este sentimiento que ocasionas, es casi tan difícil como describir lo que provoca una deliciosa frambuesa dentro de la boca.
Dentro de la mía su sabor es fuerte y dulce, blanda al morderla, es casi como los besos que no nos hemos dado. Morderla es regresar a su bosque, a tus calles, a mi desierto.
Su sabor es dulce y ácido y neutro. Y le va bien el tinto, el queso, el chocolate de tus besos, de tu aroma, de tu sabor.
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