Te quiero a ratitos
Cuando el sonido llega
Cuando las ganas suceden
Cuando el tiempo no pasa.
Te quiero a veces
Cuando en tus pensamientos estoy
Cuando tus ganas me urgen
Cuando tus líneas llegan.
Te quiero poquito
Despacito y al oído
Duro y con todo
Pero siempre...
Te quiero,
A veces más
A veces menos.
NATURALmente Cretácica
Letras, sólo letras. Vida y sólo vivir. Fantasías, ilusiones, pasiones.
Quítate la espinita...
Bienvenido a este espacio que, espero, te permitirá desaparecer por unos instantes de la realidad.
martes, 31 de octubre de 2017
lunes, 26 de junio de 2017
Me declaro culpable
Sé que no soy buena persona, me lo he dicho
cientos de veces; pero de verdad trato siempre de ayudar a todxs, de estar para
ellxs; incluso a veces antes que a mí misma; porque cuando lo hago, lo hago de
corazón.
Cuando pasa algo, hago una auto indagación para
ver qué puede haber hecho mal, qué dije, qué no dije o qué no hice. En lo que
llevo de vida solo una cosa terrible he hecho, hasta cierto punto perdonable.
Había más cola del otro lado, pero no me perdonaron. Desde antes que pasara
eso, yo siempre era la que ofrecía disculpas sin haber hecho nada, como dando
una indirecta a ver si la disculpa llegaba, y nada, así fue durante 5 años. Hoy
después de 2 años, cada día sigo llorándote y extrañándote. Te he perdonado. Me he perdonado (creo). Pero faltas tú.
Después de tanto y después de todo, he llegado a
pensar que a veces no merezco tal trato. Pero bueno, resultará trillado eso de
dar y no esperar nada a cambio, sin embargo, a veces de tanto estar, se
malacostumbra a la gente y quien sale perdiendo al final siempre eres tú.
Me dicen, eres demasiado buena persona, siempre
das lo mejor de ti. Sí, en efecto. Será porque, como dice mi gurú, la gente no sabe valorar o apreciar, y es parte de
la naturaleza controladora de la gente.
NPI
pero duele bastante. Duele la indiferencia, duele que te ignoren, duele incluso
“apechugar”. Duele desconocer el por qué. Duele el tratar de adivinar qué fue
lo que hiciste mal. Vaya, hasta duele el ya no insistir. Debería ser ya inmune, pero lo cierto es que no, no lo soy.
Recuerdo el mismo dolor que
viví cuando –hace poco- me hicieron sentir tan mal por desconfiar de mí, eso es
lo peor que pueden hacerme.
Nunca
he contado todo sobre mí, pero he aguantado todo lo inimaginable, hasta
olvidarme de mí misma por apoyar o defender a otras personas. Claro, eso siempre
-al final- se les olvida.
martes, 7 de febrero de 2017
Dulce de Chilacayote
Del libro de relatos T T T
El dulce de chilacayote.
Seguramente tú también te has dicho: ya puedo decir
que lo he visto todo. Así dijo Ximena aquella tarde, después de que fue
envuelta en plástico.
Resulta que uno de esos tipos que andan por ahí
jugando a ser casanova y que utilizan el mismo libreto que sus iguales, tuvo a
bien deslumbrar a una jovencita; no, analizándolo mejor, Ximena solita se apendejó.
Un día de esos, frescos y cuchareables que sólo
existen en las Sierras de Arteaga; él la invitó a una de sus casas. Después de
hacer algunas reparaciones e instalaciones en el cuarto de baño, de escuchar
música y platicar de leyendas de dioses y otras mafufadas; Ximena se recostó en
una cama, la única que había en esa casa.
De inmediato, Santiago dejó de hacer lo que estaba
haciendo y se unió a Ximena. Y empezó con su sacudida, sí, sacudida, era tan
torpe que la clase de caricias I y II seguro las había reprobado, cursado y
vuelto a reprobar; la magia de una caricia no es solo tocar, va más allá de un
simple roce. Una caricia es un acto sublime de suave contacto donde las yemas
de los dedos recorren pausada y delicadamente los labios, la mejilla y el
cuello (ahí entre la oreja y el cuello se da el primer banquete) tocas un poco
su cabello y los cinco dedos danzan felices y libres hasta el hombro,
deslizándose s u a v e m e n t e hasta esos hermosos senos que, con su firmeza
y lo terso de los dedos, hacen una tremenda conexión con la areola y los
pezones, y siguen el camino del abdomen rodeando el ombligo y enfilándose hacia
el sur, ahí se evoca la más bella pieza musical cual pianista en pleno
concierto; la magia de la caricia se encuentra aquí ya en pleno climax. El
viaje por los muslos se debe hacer sorprendiendo lo que antagónicamente se
hace, las corvas, bello espacio que coadyuva a que las contracciones tengan un
efecto por demás orgásmico, te llevan inmediatamente a la pierna e
invariablemente los sonidos que provoca esta magia te hacen volver a tomar, una
y otra vez, este perfecto recorrido, acompañado ahora de los labios y la
lengua.
En fin, lo anterior debió ser el executive brief que
este hombre mínimo tuvo que haber aprendido en clase, pero que por andar
tuiteando se le escapó.
Así que como Santiago pudo y con su singular agilidad,
se levantó y caminó rápidamente hasta donde debería de ser la cocina, tomó un
paquete de envoltura plástica, autoadherible. ¿Te sorprendes? Bueno, pues
Ximena también se sorprendió cuando lo vio de vuelta en la habitación con ese
paquete, que por el momento, dejaremos la marca y la medida en el baúl de los
recuerdos.
La desnudó y con “besos y caricias” la anestesió
y envolvió inmediatamente con el plástico autoadherible, y te preguntarás: ¿es
en serio? Sí, si fue en serio.
Tal vez él se imaginaba, que Ximena era un capullo de
mariposa, o lo más seguro es que él olvidó el condón, al llegar a la casa
vio el plástico y se dijo a sí mismo: chingue su madre, esto seguro sirve. ¡Qué miedo! ¿No?
Muchísimos años después Ximena seguía cuestionándose
el por qué de aquél envoltorio, lo googleó y le aparecieron más de 368000
resultados, entre ellos, sexo, parafilia, fetichismo, fantasías y demás. Y continuaba pensando en que si ese pedazo de hombre estaba realmente enfermo o tenía serios, pero muy serios problemas existenciales.
Lo cierto es que Ximena ya no se sentía sola.
- No era la única, pensaba. Al menos me sirvió para
envolver bien mi dulce de chilacayote.
jueves, 29 de diciembre de 2016
¿Qué pasa cuando alguien te rompe el corazón?
Nunca me canso de dar...porque la mayoría de las veces no espero nada. Esa es mi condición, vengo con ello desde que nací. Tal vez, salí fallada.
Luego
me topo en la vida con personas que creo que me conocen. Con personas
por las que, incluso, meto las manos al fuego. Con personas que cambio,
y que también me cambian.
En
ocasiones ponen a prueba mi lealtad. La mayoría de las veces me
lastiman tanto que no me importa porque adoro a esa persona. ¿Por qué?
Tal vez porque en mi tonta cabeza pensaba que creían en mi. O que me conocían. Tanto o más que yo misma.
Pero
hay otras personas que -según ellas- lo que menos quieren es
lastimar; juegan, usan, desconfían... y terminan -peor que los
demás- rompiendo el corazón.
Y
es profundamente triste darme cuenta que al final la lealtad que había
elegido por sobre otra lealtad, termina traicionándome y sí, encima de
todo desquebrajándome el alma.
Perder
el todo por el nada. Sí. Perder una amistad de tantos años, por
lealtad, para que al final me tumbe al suelo, me pisotee, me patalee y
sople para que termine desmoronándome.
Esa
es la peor gente. La más necesitada de cariño. La que no se conoce ni a
sí misma. La que va por la vida humillando a sus cercanos, lastimando a
los que lo quieren. Arrasando con lo bello de la vida. Acabando con la
tercera palabra.
¿Qué pasa cuando alguien te rompe el corazón?
Sufres.
Lloras. Sientes que todo se acabó. Que ya no hay más qué hacer. El apetito se va. Empiezas a hacer cosas que o no hacías hace tiempo o simplemente no te gustan. Extrañas tanto a esa persona. Vuelves a sufrir. Te acurrucas en tu cama. Lloras en silencio.
Te bañas para que las lágrimas se confundan con el agua de la regadera. Mueres por escribirle, pero no lo haces. Añoras lo pasado. Deseas retroceder el tiempo.
Sigues sufriendo. Piensas tanto en qué pudiste haber hecho mal para que
esa persona "te pagara así" y no encuentras respuestas. Te consuelan un
poco algunas palabras que lees por ahí. Y al final nuevamente te
preguntas por qué me mortifico tanto en poner en mis pensamientos y en
mis sentimientos a alguien así, tan dañino, tan ciego, tan mudo...tan
tóxico. Y te preguntas cómo pudiste siquiera en pensar poder sentir algo
de amor por esa persona. Y te sacudes y talvez hasta calosfríos dan,
para que el primer y último pensamiento del día no sea para esa persona.
Cuánto
más se debe de llorar, en cuántos más pensamientos debo de tenerte,
cuántos recuerdos tengo que dejar de atesorar para olvidar el daño que
has causado.
lunes, 28 de noviembre de 2016
Reflejo
Y lo que provoca un roce
lo que tocan los labios
Y cómo hurga la lengua
cómo frotan los dedos
Y cómo siente el corazón
Sí, sentir...
Sentir la respiración,
Así, tan cerquita
En mi oreja, en tu oreja.
Mis labios recorren tu cuerpo
y te suspiran en cada beso.
Mi lengua delinea la ruta
bebo tu sabor.
Mis manos vuelan por tus formas
las definen y se amoldan a mí.
Y me aprietas y te aferras
y tu respiración, acelerada,
forma estructuras armónicas,
en cada sorbo, en cada parpadeo, en cada gemido.
lo que tocan los labios
Y cómo hurga la lengua
cómo frotan los dedos
Y cómo siente el corazón
Sí, sentir...
Sentir la respiración,
Así, tan cerquita
En mi oreja, en tu oreja.
Mis labios recorren tu cuerpo
y te suspiran en cada beso.
Mi lengua delinea la ruta
bebo tu sabor.
Mis manos vuelan por tus formas
las definen y se amoldan a mí.
Y me aprietas y te aferras
y tu respiración, acelerada,
forma estructuras armónicas,
en cada sorbo, en cada parpadeo, en cada gemido.
Tus movimientos, compañeros perfectos
de esta danza de la pasión;
marcan ritmos y vaivenes
al son de nuestros cuerpos.
Tu espalda, escultura perfecta para ser abrazada
marcan ritmos y vaivenes
al son de nuestros cuerpos.
Tu espalda, escultura perfecta para ser abrazada
besada
sin parar
y dormir en ella.
Tu sexo, ahh tu sexo, húmedo,
suave al tacto de mis dedos,
Tu sexo, ahh tu sexo, húmedo,
suave al tacto de mis dedos,
de mi lengua,
de mis labios,
de mi respiración,
siempre listo para sentir y vibrar.
Tu cuello erguido, esperando ser besado
Tu cuello erguido, esperando ser besado
despacito, suavemente;
invitando siempre a mi lengua,
a mis labios
a la punta de mis dedos
a pasar, sin permiso.
Tus piernas fuertes, incitadoras de caricias,
Tus piernas fuertes, incitadoras de caricias,
me aprietan cada vez que paso entre ellas.
Y tu pecho, me pierdo en él;
Y tu pecho, me pierdo en él;
como a mí me gusta que te pierdas en el mío.
Tus brazos, candado perfecto para mi letargo, a tu lado, siempre.
Tus manos vuelan como ansiando su alimento
Tus brazos, candado perfecto para mi letargo, a tu lado, siempre.
Tus manos vuelan como ansiando su alimento
caen en picada y planean también, y tan bien que lo hacen.
Tus ojos, ah, no, no me atrevo a verlos siquiera, pero son hermosos y su reflejo y lo que irradian lo dicen todo.
Tu piel perfecta, suave, delicada
dulce y cítrica, emanan el mejor aroma.
Tu aroma?
Tus ojos, ah, no, no me atrevo a verlos siquiera, pero son hermosos y su reflejo y lo que irradian lo dicen todo.
Tu piel perfecta, suave, delicada
dulce y cítrica, emanan el mejor aroma.
Tu aroma?
Tu aroma se me fue cuando te fuiste.
lunes, 8 de febrero de 2016
Coahuila, pinceladas de color a tu vida.
Te has puesto a pensar ¿de qué
color es la tierra de tu municipio, esa que está fuera de tu ciudad?
Hoy te recomiendo elijas un
sitio a una distancia de una hora de donde vives, lleves tu celular o tu
cámara, tu bote de agua o café, y un sandwich, fruta y un chocolate o
tamarindo, y recorre 50 kilómetros más -pero de verdad- admirando el paisaje, pon
tu música favorita, detente cuando puedas, ¿qué ves? ¿a qué huele? ¿cómo se
siente?
¿Te imaginabas que estos
paisajes son de Coahuila? Nuestro desierto chihuahuense,
hace que Coahuila, sea incomparable en muchos aspectos. Biodiversidad, riqueza
paisajística, paleontología, cultura, misticismo, un sin número de sitios que
visitar y un montón de actividades qué hacer, para todas las edades y gustos,
pero sobre todo espiritualidad desbordante.
He
estado sentada, en silencio, escuchando el murmullo del viento sobre el agua,
el resplandor de la luna en el paisaje y los sonidos de todo tratando de formar
una estructura musical. He repetido este ejercicio en cada sitio al que he
visitado, presas, pozas, pastizales, cultivos, cerros, cascadas, ríos, sierras
y Lakmé siempre suena diferente.
Hay tanto qué ver en nuestro querido desierto, simplemente en aves
contamos con un poco más de 350 especies, entre migratorias, residentes,
endémicas y algunas en peligro de extinción, estas aves coquetean, aleteo tras
aleteo, en el inigualable azul del cielo, tan envidiado por los defeños.
Tenemos también más de 168 especies de mamíferos custodiando, sin
querer, nuestro propio espacio; más de 84 especies de peces nadan en los
majestuosos cuerpos de agua, unas 200 especies de cactáceas con todas sus
espinas nos protegen como guerreros, 123 especies de reptiles nos vigilan cada
que vamos a un matorral o a una parcela de árboles frutales y en los sitios
húmedos los anfibios que superan las 20 especies están ansiosos de lluvia.
Así que en este 2016 empieza a conocer tu Estado, disfrútalo,
compártelo y siéntete orgulloso de ser coahuilense.
martes, 7 de julio de 2015
De soñar...debería vivir la gente.
Es demasiado positivo pensar que el dolor no duele.
Que la indiferencia se ignora. O que el cariño se esfuma.
De pensar tanto, también, se debería de morir la gente.
En el fondo, no importan ya los recuerdos. Ni los insomnios. Ni los sollozos.
De llorar tanto, también se debería morir la gente.
Que la indiferencia se ignora. O que el cariño se esfuma.
De pensar tanto, también, se debería de morir la gente.
En el fondo, no importan ya los recuerdos. Ni los insomnios. Ni los sollozos.
De llorar tanto, también se debería morir la gente.
Es tan irónica la vida, un día ¡eres!, al año ¿quién eres?
Que tristeza es ya no tenerte. Y tus silencios. Y tu l a r g a ausencia.
De tanta melancolía, también se debería morir la gente.
Y despiertas. Y abres los ojos. Y limpias tu angustia convertida en sudor.
¡Qué noche! ¡Qué pesadilla! ¡Qué incertidumbre!
De escribir, no, no; de soñar; sí, de eso...debería vivir la gente.
- MISD
Que tristeza es ya no tenerte. Y tus silencios. Y tu l a r g a ausencia.
De tanta melancolía, también se debería morir la gente.
Y despiertas. Y abres los ojos. Y limpias tu angustia convertida en sudor.
¡Qué noche! ¡Qué pesadilla! ¡Qué incertidumbre!
De escribir, no, no; de soñar; sí, de eso...debería vivir la gente.
- MISD
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