Porque a todas nos ha pasado . . . ¿de qué lado estás ahora?
Las mujeres piensan que el no estar enamorada hace automáticamente que uno no pueda opinar del tema, o bien, que se desconozca el sentimiento, el dolor, la depresión que provoca un minuto de indiferencia o de descanso de la otra parte.
Es natural, digo yo; decirle a la amiga: hey, no te apures, yo aquí estoy y sé perfecto por lo que estás pasando (créanme cuando alguien te dice eso, es porque ya lo vivió en carne propia y lo superó).
Las personas dan por hecho que porque están perdidamente enamoradas, las demás personas no sentimos. Que por estar del otro lado, no sentimos tu alma desquebrajarse cada vez que te sientes nada, cada que sientes que mueres, cada que sientes que te vas apagando. Y si se están tan conectadas, está de sobra decir que, las mismas lágrimas que derramas (en un rincón oscuro de tu casa, en el baño, en tu cama) son las mismas que ella se está limpiando o que caen en su almohada.
La Madre Teresa de Calcuta, decía: Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal. Tampoco es tan lindo andar sufriendo tanto, pero si pasa lo anterior, querrá decir que sí, sigues viva. Y que eso también pasará. Que al final no vale tanto la pena estar angustiándose por algo que para ti, siempre, es mucho y para él es nada.
Es triste a veces pensar que durante el proceso que puede durar eternamente o que va y viene, se sea tan indiferente ante la amistad.
Es halagador que siempre te busquen, porque de hecho tu ya adivinaste que te necesita y te adelantas un poquito con una palabra y tratas de reconfortarla siempre, así como cuando tienes que estar segura que ya llegó a su casa, cenó, se bañó y está bien tapada y te cercioras de que duerme ya. Solo hasta entonces tu también puedes dormir.
Es un privilegio y una fortuna que forme parte de tu existencia, que aunque te hiera, nunca es suficiente permanecer.
Basta su sonrisa que imaginas porque ya la conoces, su emoción que transmite con vocales y consonantes, basta con la exaltación en una llamada telefónica, para que te contagie de todo lo bello de esta vida. Nuevamente el sol brilla más, las nubes son más blancas y esponjositas, el cielo es más azúl y el amor es más auténtico y transparente.
Y así, con todo lo anterior se borra nuevamente todo lo posiblemente malo que pasó. Y es cuando me acuerdo muchísimo de la escena de The Holiday, una conversación entre Kate Winslet y Jack Black:
JB) ¿Por qué me atrae una persona que sé que no es buena?
KW) Porque esperas estar equivocado y cuando hace algo que te dice que no es buena, lo ignoras, y cada vez que regresa y te sorprende, te conquista y pierdes la discusión interna sobre si te conviene o no.
JB) Y encima de eso, siempre está la creencia: "No puedo creer que un chico como él salga con alguien como yo"
KW) Se lo que es sentirse pequeño y totalmente insignificante y cómo te puede doler en lugares que ni siquiera sabías que tenías; no importa cuántos peinados nuevos te hagas, ni a cuántos gimnasios vayas, ni cuántos vinos te tomes con tus amigas (os), sigues yéndote a la cama cada noche, repasando cada detalle y preguntándote qué hiciste mal y cómo pudiste haberlo entendido mal...¿Y cómo "carajo", por ese breve instante, pudiste creer que eras felíz?
Y a veces hasta puedes convencerte de que él verá la luz y se presentará a tu puerta. Y después de todo eso, por mucho tiempo que pase, irás a un lugar nuevo y conocerás a gente que te hará sentir importante de nuevo y los pequeños trozos de tu alma volverán a su sitio. Y toda esa confusión, los años de tu vida que desperdiciaste poco a poco empezarán a desaparecer.
KW) Porque esperas estar equivocado y cuando hace algo que te dice que no es buena, lo ignoras, y cada vez que regresa y te sorprende, te conquista y pierdes la discusión interna sobre si te conviene o no.
JB) Y encima de eso, siempre está la creencia: "No puedo creer que un chico como él salga con alguien como yo"
KW) Se lo que es sentirse pequeño y totalmente insignificante y cómo te puede doler en lugares que ni siquiera sabías que tenías; no importa cuántos peinados nuevos te hagas, ni a cuántos gimnasios vayas, ni cuántos vinos te tomes con tus amigas (os), sigues yéndote a la cama cada noche, repasando cada detalle y preguntándote qué hiciste mal y cómo pudiste haberlo entendido mal...¿Y cómo "carajo", por ese breve instante, pudiste creer que eras felíz?
Y a veces hasta puedes convencerte de que él verá la luz y se presentará a tu puerta. Y después de todo eso, por mucho tiempo que pase, irás a un lugar nuevo y conocerás a gente que te hará sentir importante de nuevo y los pequeños trozos de tu alma volverán a su sitio. Y toda esa confusión, los años de tu vida que desperdiciaste poco a poco empezarán a desaparecer.
…y el amor permanece.
Ese sentimiento que hace que te olvides de todo hasta de ti misma. Ese estado que hace que a veces hasta flotes, va creciendo cada vez más.
Y, nuevamente, otra película viene a mi mente, cuando Barbra Streisand explica a sus alumnos en The Mirror Has Two Faces por qué la gente quiere enamorarse.
Aunque sea un mito o una manipulación, aceptémoslo, todos queremos enamorarnos. ¿Por qué? porque esa experiencia nos hace sentir completamente vivos, despierta cada sentido, cada emoción la intensifica, nuestra realidad cotidiana se desvanece y volamos hasta el cielo. Puede durar solo un momento, una hora, una tarde; pero eso no disminuye su valor. Porque nos quedan recuerdos que atesoraremos el resto de nuestras vidas.
¿Por qué las personas quieren enamorarse si puede durar tan poco tiempo y ser devastadoramente doloroso? Yo creo que es porque, como algunos de ustedes deben saberlo, mientras dura es un maravilloso placer, y se siente condenadamente bien..
Esperemos a que, como dice Barbra Streisand, escuchemos a Puccini en nuestra cabeza y será hasta entonces que sabremos, estamos ya enamorados.
Yo creo que uno nunca se harta del amor, simplemente se transforma.
El meollo del asunto es saberse controlar, es creer en uno mismo, confiar y tener harta seguridad, de lo contrario, el paseo en el carrusel del amor será una agobiante tortura.
Así que si él te dice, ahorita vengo voy allá, dale la bendición y tu diviértete. Que más pronto de lo que imaginas, estarán nuevamente amándose.
Total, qué puede haber más extraño, que un hombre negándose enamorado. Lo fascinante es ver cómo evoluciona y cómo va cediendo cada vez más. Ambos ante el amor.
Al final de cuentas, qué pueden significar las palabras de alguien como yo.
Imagina tu vida, ahora vívela. (Pane e tulipani)
No hay comentarios:
Publicar un comentario