Quítate la espinita...

Bienvenido a este espacio que, espero, te permitirá desaparecer por unos instantes de la realidad.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Pero sin ti, jamás.

Caray...quisiera no pensarte como te pienso,
Quisiera no extrañarte como te extraño,
Quisiera no seguir mordiéndome el corazón.

Debí no haberme visto en tus ojos,
No haberte respirado, olerte, probado;
Debí no haberme enamorado de ti…

Duele tu ausencia
Duele tu silencio
Duele tu indiferencia
Duele tu orgullo…


Mis lágrimas no te regresarán
Pero al menos…con esto,
Sabrás que me quedaré sin ellas…

Pero sin ti, jamás.


Están rodando lágrimas
lágrimas y … puras lágrimas.


¿Para qué existe la glándula lagrimal?
¿Está conectada al corazón?

Acaso, para lubricar el ojo, se necesita peñizcar al corazón?

 ¿Vale la pena todo ese proceso corporal de la lagrimación para limpiar y lubricar?
Seguro que sí, puesto que, las lágrimas tiene un trayecto que se divide, además pasan por conductos, drenan, y lo fabuloso es que aportan oxígeno y nutrientes.

Y al corazón, quién lo limpia, quién lo lubrica.


 

Si sí duele...

Duele no tenerte

Duele no leerte

Duele que no perdones.

Duele que te olvides tan pronto de todo. 

Duele que no te pongas en mi piel.


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