Quítate la espinita...

Bienvenido a este espacio que, espero, te permitirá desaparecer por unos instantes de la realidad.

domingo, 24 de octubre de 2010

Infarto al miocardio.

¿Lo has sentido? Explicaré a grandes rasgos, cómo lo percibo.

Cuando alguien te decepciona, es decir, cuando te sientes frustrado al desengañarte de que alguien no satisfacía tus expectativas; cuando sientes que tu haces y das todo por esa persona, casi hasta dejar de ser tu mismo; cuando te entra la desesperación al no saber qué significas en su vida; cuando andas casi sonámbulo pensando y pensando qué hiciste mal, qué pudiste haber hecho para que te trate de ese modo, es cuando sientes una opresión en el pecho y te falta oxígeno, ese oxígeno que fluye a través de las arterias y nutre, así, el músculo cardiaco. Y te bloqueas, sí; y se bloquea el cerebro, hasta el alma, ¡carajo!. 
 
 A veces quisiéramos que eso fuera sólo un coágulo, un errorcito una tarugadita que puede dejarse pasar, porque es totalmente insignificante.
Pero ¿por qué duele?

Pues duele, porque alguna de las partes no está haciendo lo correcto, no está haciendo nada, simplemente está dejando pasar las “cosas”, porque es el valor o significado que le da, porque el amor, no forma parte de su existencia. O bien, porque amas demasiado, que hasta se quiere reventar el corazón.

Entonces ¿de qué te alimentas?

Seguro, de pan con lo mismo…bueno, la dieta cada quien la define. Lo importante es el fabuloso ejercicio, complemento de ese balance perfecto.
¿Cómo sé si estoy teniendo un “ataque al corazón”?

Puede sentirse:
Acidez estomacal fuerte, y vuelven las mariposas en el estómago.


Presión en el pecho, algunas veces acompañado de lágrimas, falta de apetito, ganas inmensas de no hacer nada.
Sensación de "falta de aire" que dura más de un par de segundos.
No hay que ignorar el dolor o el malestar. Si piensas que estás teniendo problemas de corazón pide ayuda de inmediato. Escríbele, llórale, libérate, es más, a veces, es bueno hasta dejarle de hablar, date un descanso, deja de pensar en esa persona, tan especial en tu vida. Deja de contracturarte el alma con tanto suspiro (aquí entre nos ¿no es fabuloso suspirar? ¡aaah es una delicia!)

 

¿Qué debo hacer si pienso que estoy teniendo un “ataque al corazón”?

El mejor tratamiento es seguir siendo tu mismo, recordar si quieres, si en verdad lo que sientes por esa persona es una necesidad de amarle tanto, y vivir.
No tomes, ni siquiera para hacer como que se ahogan las penas, esas, como dijera Frida Kahlo, aprenden a nadar con facilidad y solitas.  Tampoco tomes aspirina, mucho menos si eres alérgico.

Si puedes, si tienes el valor dile lo que piensas, pero no dejes que se acabe, no lo termines tu, si eres tu quien lo ha construido.
Deja que recapacite, tal vez nunca lo exprese, tal vez nunca llegue a ti ofreciendo una disculpa, pero si vuelve es porque en un recoveco de su ser, vives tu.

¿Cómo puedo evitar tener un ataque al corazón?
Háblalo contigo mismo, desahógate.
Recuerda que sólo tu estás disponible para ti mismo 24 horas del día.
   

Qué tan bien sobrevives a un ataque al corazón, depende de qué tan rápido obtengas tratamiento, de cuánto daño hayas o te hayan causado (bueno, al corazón) y de, en qué nivel se encuentre el daño (si es que lo hay).

Cómo disminuir el riesgo (si en verdad hay amor):
Cede, sí, otra vez.
Come delicioso.
Añora.
Sueña.
De vez en cuando un chocolate, es lo ideal.
Ejercítate.
Un SMS, email o DM puede ayudar a prevenir que se formen coágulos que eventualmente pueden bloquear las arterias y entrar nuevamente en shock.

Tócate el corazón…


No hay comentarios:

Publicar un comentario