Quítate la espinita...

Bienvenido a este espacio que, espero, te permitirá desaparecer por unos instantes de la realidad.

domingo, 19 de junio de 2011

SIEMPRE superan mis sueños...


Un ángel, representa a uno de tantos, de esos…que cuidan diario,
De esos…que saben conservar y mantener viva una amistad.
De esos…que lloran cuando tú lloras, o que están felices solo por que tú lo estás.
De esos…que hacen que su día cuente.
De esos…que con solo leerte, viven.
De esos, como ustedes y como yo.

No solo amigas, si no ¡soulmates!

Además del amor, se necesita la amistad.
Además de la amistad, se necesita la complicidad.
Además de la complicidad, se necesita el conocimiento.
Aprender a conocernos, día a día, es el mejor nutriente para nuestros corazones y nuestra alma, que a veces se desquebraja sin darnos cuenta, o por pequeñeces que hacemos y que sin querer le damos un pellizquito al corazón.
Además de inquietudes en común, hemos logrado crear y consolidar una verdadera amistad.
Ya Cicerón y Séneca nos habían definido perfecto, la amistad implica armonía, buena voluntad y afecto, y creo que nosotras salimos sobradas en esos temas.
Las demostraciones que nos damos día con día (preocuparnos por la otra, interesarnos por el bienestar, por los problemas y por nuestros logros) solo fortalece más esto que tenemos.
Gracias por ser esa amiga que está en todo momento, que me levanta cuando estoy decaída y, ¿saben? contar con ustedes es lo mejor de lo mejor que me ha pasado en esta vida.
Tres letras.
Tres palabras.
Tres nombres.
Tres sonrisas diferentes.
Tres colores de ojos diferentes.
Tres sensibilidades, a flor de piel, muy diferentes (vaya que muy diferentes).
Tres tonos de piel diferentes pero con un mismo corazón

Yo no sé si ustedes me perdonen por ser, tan así, tan cerrada.
Yo no sé, porque me ha pasado, si algún día pueda continuar ya sin ustedes.
Forman parte de mi existencia y créanme que cuando no las leo o escucho mi corazón se entristece.
Necesito leerlas, reír con sus frases, ayudarlas SIEMPRE, cooperar, ser su cómplice, caray…necesito no dejarlas ir jamás.
Me gusta que por mucho, SIEMPRE superen mis sueños.
Gracias por jamás preguntar, gracias por ser mis mejores amigas.

1. Amigo mío. Antoine De Saint-Exupéry
Amigo mío,
tengo tanta necesidad de tu
amistad.
Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego.
A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el
calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo,en esa cita que será la nuestra.
Encuentro la paz.
Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al
Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares.
Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.
Me interrogas como se interroga al viajero,
Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti.
Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.
Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.
Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.
¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?
Si todavía combato, combatiré un poco por ti.
Tengo necesidad de ti. Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

!LAD! muacks, chicas...

Cyn


Tu tonito de voz es el que me gusta cuando necesito musicalizar mi vida y acompañarla de melodías que revivan mi corazón.
Cyn eres muchas, muchísimas mujeres en una sola, eres alguien que ya muchas quisiéramos ser, eres la guerrera que trae consigo SIEMPRE la victoria.
Encontrarte ha sido lo mejor, porque desde el primer momento en que coincidimos en redes sociales el click fue sorprendente, después ha habido un sin número de cosas locas que solo les pasa a las almas gemelas, y esas situaciones solo han venido a reafirmar nuestra gran amistad, nuestra hermandad.
Gracias por ser mi voz, por darle soporte a mi vida, por haber sido parte de mi libertad.
Amo tus letras y tu historia, tus frases y a veces también tus tracks.
Me gusta que arriesgas todo por vivir y disfrutar el momento.
Eres de las que ya no se dan.
Te agradezco el curso intensivo de lectura ente líneas.
Te agradezco que no me sueltes.
Gracias por formar parte de mi vida…

Fer


Tu tono de voz es el que me gusta cuando necesito serenidad en mi vida y acompañarla de fortaleza para mi corazón.
Fer, me quedo corta con solo pensar en qué escribirte, en qué será lo mejor que te describa . . . y lo pienso y lo vuelvo a pensar, porque ¿sabes? eres de esas personas fáciles de querer y muchísimo más de admirar.
Tu imagen solo define una pequeña parte de lo grande que eres.
A ti nadie ni nada te puede vencer, solo el amor.
Describirte es, vaya, no eres la fuerte que todos creen, o la que se ve en fotografías…eres a veces tan frágil y otras tan enérgica, pero siempre maravillosa.
Pobres de las estrellas sin el cielo y hasta hoy las entiendo . . .
Me gusta tu pasión por la vida y por construir el mundo que todos soñamos.
Amo tus frases y tu historia, y tus tracks mmm bueno, solo algunos.
Te agradezco que figure en tu vida, pero más; te agradezco la confianza.
Eres una mujer excepcional.
Gracias por formar parte de mi vida…

Y ándale . . .

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Despierto y trato de recordar lo que soñé, por supuesto estaba Usted, velándolos.
Recuerdo que cuando era niña, disfrutaba mucho el trabajo del campo. Me parecía fabuloso empapelar las cajas de madera, hacerlas. Pizcar la manzana, un ritual. A mí siempre me tocaba por en medio de los árboles y me regañaba cada que cortaba un brote, y me enseñaba que por cada brote se perdía cierta cantidad de manzanas para la siguiente temporada. Anhelaba que llegara la hora del lonche, pues los pizcadores que contrataba, sacaban las gorditas y los tacos que calentaban poniendo en un comal sacado de un tambo de lámina, de esos donde se almacenaba el agua o la leche, sobre tres tinamastes.

Luego había que seleccionar la manzana y yo siempre estaba en la banda, sacando la podrida y la picada. Añorando crecer para poder ser de los adultos que vaciaban las cajas de manzana a la banda. Allá en los diferentes cajones estaban las mujeres y sólo se oía gritar: ¡Sale cajaaa! Y allá iba corriendo un hombre para ponerle la tapa a la caja y acomodarla en la hilera de cajas listas para ser cargadas en los trailers.

Y eso era cada temporada, y si no era la pizca de manzana, era deshierbar o cortar el maíz, allá en Tierras Prietas donde antes había tantos perritos llaneros como urracas hoy en la Alameda. Gracias a Usted yo tuve el placer de admirar a los perritos llaneros, de convivir con las aves y los insectos, de ver crecer a los pollitos, de criar algunas chivas y puercos y de ordeñar vacas.

Recuerdo que cada año, sin falta, nos íbamos de viaje en la camioneta al sur. Nos parábamos aquí y allá. Comíamos en la carretera nuestras gorditas y si no, pues comíamos en los restaurancitos a la orilla de la carretera, esos frijoles en bola con arroz y guiso. Desde Matehuala, Fresnillo, Plateros, San Juan hasta San Miguel de Allende, México y Acapulco. Conocí mucho gracias a Usted. Y algo que siempre me dicen mis amistades, cuando les llevo algún detalle, así fui educada; Papá siempre nos daba dinero para comprarles algo a quien quisiéramos. (Por eso si tú eres de los que les he llevado algo, te he dado regalos, ... es gracias a él.)

Claro que su educación, su formación militar y su enfermedad lo hicieron así, corajudo, y a veces sus acciones o sus palabras nos lastimaban. Lamento no haber tenido suficiente paciencia y comprensión para Usted. 

Quiero que sepa que estoy muy orgullosa de ser su hija, y que el trabajo que hacíamos allá en el rancho, me ha enseñado dos cosas muy importantes: a valorar la familia y a valorar nuestra tierra.

Sé que a muchos de mi edad les hubiera gustado vivir mi vida. Ahora los chavitos, no valoran lo que sus padres hacen por ellos, talvez ni siquiera se imaginan las penas que pasan por pagarles un buen colegio o comprarles la ropa que ellos quieren. Allá en el campo nadie sabe de colegios ni de marcas de ropa, allá lo único que saben es trabajar, y fue lo que Usted me enseñó. He conocido a muchas personas que piensan que lo tienen todo, por que tienen mucho dinero. Pero tal vez viven asfixiándose ellos sólos en su mundo. Ellos tal vez no han pasado por carencias, no saben lo que se tiene que trabajar, y a veces sufrir, para ganar dinero y llevarlo a la casa, para alimento, escuela, comida, ropa, zapatos y medicina. Los niños y jóvenes de hoy sólo extienden su mano o piden, y ahí lo tienen todo. Nosotros muchas veces nos vimos apurados, pues a veces sólo teníamos para los camiones de la escuela, pero para trabajos extras, gastar o para divertirnos, nunca. Siempre estaremos satisfechos por la mejor herencia que unos padres dan a sus hijos, los estudios; las enseñanzas y experiencias de la familia. Nosotros teníamos que pizcar, deshierbar, desgranar, hacer los quehaceres de la casa, etc., para que Usted nos diera dinero para comprarnos algo.

Pasó el tiempo, y hace más de quince años, yo ya no pizcaba por en medio de los árboles, ahora me tocaba una escalera, ya podía vaciar la caja de manzanas a la máquina seleccionadora. Y había ya otros, mis sobrinos, que hacían lo que yo cuando niña. Sólo que ellos a regañadientes, creo. Y yo lo disfrutaba, porque no lo veía como obligación en aquél tiempo, después supe que gracias a las manzanas vivíamos.

Me encantaban sus historias, me enseñó a amarrar "las brujas" con las 12 verdades del mundo, disfrutabamos mucho cantar y jugar dominó.

Lamento que nuestra comunicación no haya sido la mejor. Lamento a veces haberlo enfrentado presumiendo saber más que Usted. Lamento también, que hasta ahora, después de más de veinte años, sea Usted mi amigo y confidente.

Ayer por ejemplo nuestra plática fue magnífica, le dije cómo me sentía ahora en casa, en mi trabajo y cómo me hace vibrar el amor. Y ¡ah cómo me “estiró las orejas”¡ pero su respuesta y consejo se resume en esto:
“Haz de lo mínimo lo máximo. Disfruta del canto y color de las aves, saborea el olor a tierra mojada, respétala, que al final es por ella que vivimos. Vive, disfruta y no tengas miedo de nada. Cuídate.”

Ahora, cuando regreso del trabajo, ya no beso su mano, volteo a su cuarto para ver si está ahí, acostado. Lo he soñado tantas veces, y pienso: anda en el rancho.

Hoy sólo me queda decirle que extraño besarle la mano, y aquí sentada en la banca que está junto a su tumba, le lloro y ruego que me proteja, como siempre.

Gracias Papá por haberme dado la vida, por hacer de mí lo que soy, y por haber sido cómo era.
Por enseñarme bastante.